Sobran preguntas y faltan respuestas. La información es escueta. Parecería que algo se esconde. ¿En qué términos se dieron las negociaciones? ¿a cambio de qué? ¿de verdad eran tan fuertes las pruebas que a pesar de ello lo liberaron? o ¿no se podían sustentar las pruebas?. ¿Todo fue un entramado mediático?
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El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador asegura que no hubo ninguna negociación para que se desistieran de los cargos contra el secretario (ministro) de la Defensa Nacional, porque su gobierno no hace compromisos con “países extranjeros” que afecten los principios de la soberanía mexicana.
El general en retiro será trasladado a México, porque como era lógico, la juez Carol B. Amon, que llevaba el caso en la Corte Este de Brooklyn, Nueva York, concedió la petición formal del gobierno de Estados Unidos de la desestimación del caso, a pesar de insistir que las evidencias, según ella, eran “muy fuertes”.
En la audiencia en la que estuvo presente el general, la juez dijo que no veía evidencia de mala fe en el acuerdo alcanzado y comentó en varias ocasiones que la decisión se tomó en los niveles más altos del Departamento de Justicia de EE.UU. y que México investigará al general en retiro.
Quizá nunca sabremos qué fue lo que hubo de por medio, pero a pesar de esto, habrá que aplaudir el trabajo que realizó el gobierno mexicano para lograrlo. Seguramente la intervención del canciller Marcelo Ebrard fue fundamental.
Llegará a México como un ciudadano libre de cargos en su contra
Cienfuegos Zepeda será trasladado a México en las próximas horas y será entregado a autoridades de la Fiscalía General de la República.
Su traslado no significa impunidad aseguro López Obrador.
“Quiero agradecer al gobierno de Estados Unidos que supo escuchar nuestro planteamiento y rectificar. No significa esto impunidad, sino que se inicia una investigación que ya comenzó a partir de que nos envían elementos de prueba”.
Así lo subió a las redes el vocero del gobierno mexicano.
Sin embargo, jamás ha sido público que en México haya alguna investigación contra Cienfuegos Zepeda. El mismo presidente López Obrador lo negó. Pero con las pruebas que solicitaron a Estados Unidos el 6 de noviembre y que fueron entregadas el 11 del mismo mes, se abrió, dicen ellos, una investigación, para darle continuidad en México al caso del general.
Desde su detención, especialistas en temas de narcotráfico cuestionaron por qué el general apoyaría a un cártel que estaba en decadencia y a punto de desaparecer, lo mismo de sus supuestas conversaciones con narcotraficantes por un Blackberry sin encriptar.
El gobierno de AMLO actuó con tibieza, pero rectificó. No dejó solo al Ejército
En el Ejército Mexicano había mucha inconformidad con la postura del gobierno federal ante la detención de Cienfuegos. El militar fue detenido el 15 de octubre y 15 días tardaron las autoridades mexicanas en enviar una nota diplomática donde se manifestó el “profundo descontento” porque no les avisaron de las investigaciones que realizaba Estados Unidos sobre el general de cuatro estrellas.
Por eso estaban muy enojados en la élite castrense. Hoy festejan que el gobierno no dejó solo al Ejército. Estaba o está en riesgo el prestigio de una de las instituciones más importantes de México y para el presidente.
Varios generales activos trabajaron con Salvador Cienfuegos, incluido el actual secretario, Luis Crescencio Sandoval. En caso de ser culpable, habría sido su cómplice.
López Obrador ha encargado a los militares la seguridad pública, la construcción de las obras del Tren Maya, el nuevo aeropuerto de la capital del país y además tienen el control de aduanas y puertos. Está puesta toda su confianza en ellos.
Quizá por eso, cuando se supo de la detención, el presidente mexicano se autonombró el único vocero en torno al tema. Era un asunto, sin duda, espinoso. Y nadie más que él podría dar información. De manera que no se supo nada y en el corto plazo tampoco se sabrá.
El general llegará a su país como un ciudadano libre de culpas. Pero ¿lo detendrá la Fiscalía al pisar territorio mexicano? o la investigación que ya iniciaron seguirá su curso, mientras el general disfruta de la libertad en su país. ¿Habrá justicia en México para el general?
En fin, después de ir de sorpresa en sorpresa, en este caso hay más dudas que certezas.
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